lunes, 5 de marzo de 2007

Las playas ¿aún son del pueblo?

Vecinos de Barranco defienden la Costa Verde • Artistas e intelectuales encabezan cruzada en defensa de sus playas • Desmontes producidos por trabajos atraen ratas y pulgas • Tablistas temen dañen las olas, mientras construcciones continúan.

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“Si el Poder Judicial sentencia que las construcciones tienen que ser demolidas, se demolerán. Se hará lo que la ley ordene”

Por David Gavidia.
Fotos: Rafael Cornejo.

Durante la semana que pasó coincidieron dos acontecimientos que dejaron perplejos a los vecinos de Barranco: un grupo de artistas, intelectuales y moradores del tradicional distrito limeño se dirigieron a la Costa Verde y limpiaron sus playas. Era un acto de sensibilización, exigían respeto a su mar, a su arena. Pedían no se continúe con las construcciones en el lugar. Días más tarde (ironías del destino) se presentaba la construcción de un moderno club en la playa Los Yuyos con una inversión de 9 millones de dólares. Y, aunque los arquitectos aseguraron no robarán playa ni causarán daños en la ecología, el anuncio significó una bofetada más para los moradores del distrito, que ven como la arena se convierte de a poco, en cemento.

El primero en presentar su malestar fue el artista plástico Víctor Delfín. “Las playas son del pueblo, ahora no significan nada. Las obras que se están haciendo en la Costa Verde son un crimen porque roban la poca playa que nos queda solo para beneficiar a seis o siete gatos con dinero. ¿Dónde van a ir ahora los miles de bañistas que frecuentan las playas de la Costa Verde?”, se preguntó.

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“Además, atentan contra el derecho a la vista de los vecinos que compraron sus propiedades para tener visión al mar y ahora son impedidos de hacerlo porque se han construido grandes muros. Los mismos transeúntes ya no pueden gozar de una completa visión. Eso, en otros países, está prohibido. ¡Esto es un insulto a la inteligencia de los peruanos!”, señaló el artista, quien junto a Leslie Lee, Diego García Sayán, Fernando Bryce, Javier Sota Nadal, el padre Ricardo Wiesse y otros destacados intelectuales vienen realizando una cruzada para defender las playas afectadas por las obras en la Costa Verde.

Incluso, vienen sosteniendo reuniones con el electo alcalde de Barranco, Antonio Mezarina, quien se comprometió en anular las concesiones si se encuentran irregularidades en las obras.

“Si el Poder Judicial sentencia que las construcciones tienen que ser demolidas, se demolerán. Se hará lo que la ley ordene”, dijo el burgomaestre que se prepara a recibir el cargo en los próximos días y declarar al distrito en estado de emergencia.

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“Esa basura tirada en la arena es producto de las construcciones y gracias a ellas llegan las ratas que traen sus pulgas e infecciones".

Por lo pronto, viene trabajando de manera conjunta con los vecinos para llevar a buen puerto este conflicto, el más difícil que provocó el saliente alcalde de dicho distrito, Martín del Pomar.

De ratas y pulgas

En la Playa Barranquito solo queda un pedazo de playa. El cemento terminó por ahuyentar a los bañistas y surfistas. Junto a una de las construcciones se alzan desmontes. Las ratas llegan al lugar en busca de comida. “Esa basura tirada en la arena es producto de las construcciones y gracias a ellas llegan las ratas que traen sus pulgas e infecciones. ¿Crees que la gente va a querer venir con una playa contaminada?”, se pregunta Edgar Lozado, vicepresidente de la Asociación de Tablistas de Barranco (Astaba). También denunció que mandaron a destruir las escaleras en el acantilado, lo que impedirá el libre acceso de los veraneantes. “En 2007 seguro habrá más accidentes. A falta de escaleras, la gente querrá bajar de todas formas y se rodará por los acantilados”, pronosticó.

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Víctor Delfín asegura que obras solo benefician a gente con dinero y excluye a los pobres.

Otro de sus temores es que, producto de las obras iniciadas con la construcción del Lima Marina Club en la playa Los Yuyos y, la ampliación del espigón, se vean afectadas las olas e impida la práctica del surf.

Este hecho fue descartado por Ignacio Larco, gerente general de la empresa encargada de la obra, Enterprise Galaxy SAC, quien aseguró que no robarán playa a los veraneantes puesto que las obras serán por encima del espigón.

La polémica de los restaurantes y complejos deportivos que llegarán a cinco y que se ubican en la Costa Verde de Barranco, es que éstos no pueden invadir la zona intangible de los 50 metros con respecto a la línea de más alta marea. El saliente alcalde Martín del Pomar aseguró que las obras no están en zona prohibida y descartó las presuntas irregularidades en las obras.

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Los empresarios aseguran que no roban playa, ni contaminan, menos dañan el ambiente. Lo cierto es que la arena se vuelve escasa.

Fuera de lo legal, los barranquinos seguirán su lucha por que se respete la playa “de todos”. Saben que van por buen camino, incluso, el Ministerio de Salud calificó como “bueno” el estado de sus playas. “El espacio se nos reduce, pero tenemos buena calificación”, dicen. Están confiados en hacerse respetar.

Reacciones

Daniel Abregú. Vecino de Barranco:
“Las obras son una falta de respeto, nos quitan espacio para disfrutar del sol. Las playas deben ser libres”.

1 comentario:

  1. Habria que decirle al alcalde ¿que porque esperar tanto, si ya la Marina, la contraloria, el congreso, la CONAM, y otras entidades se han pronunciado y hasta han encontrado ilicitos penales en este asunto; no dispone que el abogado de la municipalidad le haga juicio a los culpables de la perdida de nuestras playas?

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