Costa Verde (por el color del dólar)
Publicidad que llama a hacer negocios en el único frente natural libre que nos queda a los limeños
Imagine el lector un aviso de prensa que motive a los jóvenes a matricularse en una universidad especializada en negocios, donde se estimule a convertir al Parque Nacional del Manu en un centro de diversiones a lo Disney, con los animales encerrados en jaulas y un gran court food surtido con carnes de caimán, de tortuga, de paiche y de ronsoco. Imagine otro cuyo tema sea el Santuario Manglares de Tumbes, La pieza publicitaria supuesta contendría una ilustración a toda página recreando el hábitat donde se mezclan las aguas dulces con el agua del mar, manejado por una cadena internacional de establecimientos de tiempo libre. En los canales naturales, motos acuáticas y zodiacs a motor. Los parches de mangle habrían desaparecido por incómodos, y en su lugar se extenderían praderas de arena blanca para solaz de flaquitas y muchachones de poca neurona y harta infraestructura. Las aves, al haber huido las de a verdad, se recordarían estilizadas en acrílico sobre las cornisas de los saunas, y los cangrejos serían de plástico, operados digitalmente desde una central situada donde alguna vez hubo una estación científica. ¿ El sonido ambiente?: cómo te gusta la gasolina, desde parlantes tamaño container.
Brutalismo Cementero
"Ni al más bestia de los creativos publicitarios se le ocurriría algo así", pensará el lector, y estará equivocado. El domingo pasado apareció en un diario nacional un aviso a toda página llamando a los jóvenes a interesarse por una moderna universidad privada, ideado con un concepto semejante. El fondo del anuncio es una ilustración de la Costa Verde, proyectada según la audaz visión de negocios del centro de estudios superiores que paga el aviso. Desde la orilla del mar hasta los acantilados se levantan edificios de veinte pisos o más, en distitntos estilos aerodinámicos pero compartiendo todos una mezcla de Miami-state-of-mind con brutalismo setentero, como para alojar a los Beach Boys y a toda la pandilla de Miami Vice. Sobre el mar, extendiéndose en un espacio que escapa al recuadro, muelles y marinas que hospedan las lanchas y los yates de los socios privados de los clubes respectivos. Tres parapentes amarillos sobrellevan a los animosos deportistas de aventura que se animan a conocer el nuevo rostro del litoral limeño. Un titular despeja cualquier duda:" Costa Verde - Lima ¿ Quuién dice que en el Perú no hay oportunidades de negocios?".
Así que ni al más bruto de los creativos se le ocurriría algo así. En un momento como este, además, cuando se viene debatiendo públicamente la dudosa legalidad de un proyecto que el alcalde de Barranco está sacando- entre cormoranes y medianoche- para levantar restaurantes sobre el retiro que la Marina de Guerra se reserva, según la ley, para cuestiones de seguridad. Justo cuando se discute, quizás por primera vez, el derecho que tenemos todos los habitantes de la capital de disfrutar libremente, con nuestra vista y nuestros cuerpos, de un tramo de costa que es público, de todos. Porque al privatizarse el uso de la Costa Verde, automáticamente quedaremos excluidos los bañistas de los sectores bajos, los tablistas que viven a propina, los ciudadanos a los que no nos da la gana de pagarle cuotas a ningún club para poder gozar de nuestro mar.
Así que ni al más bruto de los creativos se le ocurriría algo así. En un momento como este, además, cuando se viene debatiendo públicamente la dudosa legalidad de un proyecto que el alcalde de Barranco está sacando- entre cormoranes y medianoche- para levantar restaurantes sobre el retiro que la Marina de Guerra se reserva, según la ley, para cuestiones de seguridad. Justo cuando se discute, quizás por primera vez, el derecho que tenemos todos los habitantes de la capital de disfrutar libremente, con nuestra vista y nuestros cuerpos, de un tramo de costa que es público, de todos. Porque al privatizarse el uso de la Costa Verde, automáticamente quedaremos excluidos los bañistas de los sectores bajos, los tablistas que viven a propina, los ciudadanos a los que no nos da la gana de pagarle cuotas a ningún club para poder gozar de nuestro mar.
Llanta quemada
Para quien viaja por el interior del país, resulta alentador descubrir cómo se dan esfuerzos para educar a niños y jóvenes en el cuidado de los recursos naturales próximos a sus lugares de residencia. El mundo sano de hoy sabe que si no se asegura una generación consciente de la urgencia de proteger y conservar bosques, montañas, cuerpos de agua, litorales y nevados, la vida del planeta se reducirá a un muladar cubierto con llantas quemadas y plástico no degradables. Niños amazónicos aprenden a manejar sus bosques sin tala ni cacería; adolescentes andinos se instruyen con cartillas dedicadas al cuidado del agua que baja de las lagunas de altura. Mocosos norteños descubren que sus bosques secos valen mucho más que los minerales que hay bajo la tierra. mientras tanto, la modernísima universidad - cuyo principal accionista fue ministro de Turismo en el régimen de Toledo- llama a los futuros empresarios a embutir cemento en el único frente libre que nos queda a los limeños. Ojalá, pues, este año no se les matricule nadie.
Fuente: Revista Somos del Comercio
Despues de tantos anos pasados (hay que, sino disculparme, perdonarme por los errores debidos a mi teclado frances pero tambien a otras circunstancias y debilidades que asumo) me encanta reencontrarte asi Rafo, y felicitarte a la encrucijada de Google/Bloger y leer como no has perdido nada de tu virulancia (se dice asi ? me suena raro). Te saludo. Y hasta tengo un proyecto en el cual talvez, si tienes tiempo y ganas . . .Me llamo Michel PHA. . .Hace tanto tiempo. . .Talvez la Allanza F. te recordara una collaboracion teatral de los anos 80.
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